Escrito por Rachid Bouhaddouz
La cuestión del Sáhara marroquí es una de las problemáticas más complejas a nivel político, social y cultural. Aunque se suele enfocar en los aspectos políticos del conflicto, se suele ignorar la profunda dimensión identitaria de la región; la identidad amazigh es una parte auténtica del tejido social saharaui marroquí, tanto en términos de los orígenes tribales como a través de las costumbres y tradiciones transmitidas de generación en generación. Los saharauis, descendientes de tribus amazigh, han experimentado un proceso de arabización a lo largo de los siglos, pero la identidad amazigh sigue viva en su conciencia, en sus costumbres, cultura, arte y vida cotidiana. Aunque han adoptado la lengua hassaní, esta conserva una profundidad amazigh evidente en su vocabulario y gramática, lo cual refleja el arraigo de esta identidad en el Sáhara marroquí.
El discurso del nacionalismo árabe que se extendió en el siglo XX provocó una división psicológica y cultural entre la población, y fue ampliamente explotado en este conflicto, lo que llevó a algunos a renegar de sus raíces amazigh y buscar una identidad árabe oriental. Surgieron marroquíes que sentían que su vínculo con el Medio Oriente les daba un mayor valor que su pertenencia a un Marruecos auténtico y diverso. Esta peligrosa idea contribuyó a crear una categoría de marroquíes que se consideraban más árabes “puros” que el resto, lo que llevó a algunos a renegar de sus raíces amazigh y a buscar una identidad árabe oriental. Tanto el Estado como los partidos políticos ayudaron a alimentar este sentimiento de inferioridad hacia el Medio Oriente y el deseo de pertenencia a este. Esto llevó a algunos a buscar la separación del “Reino de los chleuh”, como lo llaman.
En este artículo, abordaremos los aspectos históricos y culturales del conflicto y cómo el discurso del nacionalismo árabe ha profundizado la brecha identitaria, subrayando la urgente necesidad de recuperar la identidad amazigh y fortalecer la unidad nacional.
La identidad amazigh y su profundidad en el Sáhara marroquí
Antes de analizar el impacto del discurso nacionalista árabe en el Sáhara marroquí, es necesario afirmar que la identidad amazigh no es marginal en la región; es el núcleo histórico y cultural. Los amazigh son los habitantes originales del Sáhara marroquí, y sus raíces en la región se remontan a miles de años. Las tribus amazigh, como los sanhaja, fundaron el Imperio almorávide y contribuyeron a la civilización del norte de África, simbolizando resistencia contra los invasores a lo largo de la historia y siendo un punto de partida para movimientos de liberación. Los saharauis amazigh son conocidos por su resiliencia y apego a la libertad. Los estudios genéticos indican que los saharauis presentan los niveles más altos de genes amazigh en comparación con los habitantes del norte de Marruecos, lo cual refleja la profundidad de la identidad amazigh en estas regiones.
A pesar de los procesos de arabización que estas tribus han experimentado a lo largo del tiempo, la identidad amazigh sigue viva en sus costumbres, tradiciones y lengua. Por ejemplo, la lengua hassaní, ampliamente utilizada en el Sáhara, contiene muchas palabras amazigh, y una gran parte de su estructura proviene de la lengua amazigh. Incluso los nombres de lugares en el Sáhara, como “Guerguerat”, “Ikidi”, “Gdeim Izik”, “Tifariti”, “Jfnir”, “Aftissat”, “Ntîreft”, “Imil”, y “Kandouz”, llevan un claro sello amazigh.
Manifestaciones de la identidad amazigh en las lenguas y costumbres de los saharauis
La identidad amazigh se refleja en las lenguas y costumbres de los habitantes del Sáhara a través de varios elementos culturales que confirman una conexión profunda con las raíces amazigh. Entre estas manifestaciones, se encuentra el uso de palabras amazigh en la vida cotidiana, incluyendo nombres de animales y herramientas utilizadas en actividades como la construcción de tiendas o las tareas agrícolas. Por ejemplo, muchos nombres de herramientas utilizadas en la tienda o incluso el nombre de la tienda misma son de origen amazigh.
En el ámbito artístico, los saharauis se destacan por una música con una fuerte influencia amazigh, en la que se utilizan instrumentos tradicionales como el “tindin”, un instrumento de cuerda que se toca en celebraciones. Además, la arquitectura sahariana, incluidas las tiendas tradicionales, refleja también este legado amazigh, presente en los detalles arquitectónicos y de construcción.
Los nombres de familia y de tribu: raíces amazigh
Los nombres de familia y de tribu en el Sáhara también llevan una marcada huella amazigh. Muchos nombres comienzan con “Bou”, que significa “propietario” en amazigh, como Boufous, Bouchaït, Boukioud. Estos nombres reflejan el vínculo de los habitantes amazigh con la geografía y con las antiguas tribus amazigh, como los Gdala, Lamtoûna y Guezoula. Algunos nombres de tribus amazigh conocidas en el Sáhara incluyen “Lekdali” (de la tribu Gdala), “Lamtoni” (de Lamtoûna), así como “Aït Lahcen” y “Aït Oussa”.
Además, las unidades tribales aún conservan sus nombres amazigh, como los “Ouled Tidrarine” en la región de Boujdour, “Taoublat” en la región de Tan-Tan, y otras tribus cuyos nombres comienzan con “Aït”, que apuntan a sus raíces amazigh.
El impacto del nacionalismo árabe en la identidad amazigh en el Sáhara marroquí
Con la aparición del nacionalismo árabe en el siglo XX, apoyado por Gran Bretaña y Francia para debilitar al Imperio Otomano, Michel Aflak, un cristiano siríaco, jugó un papel clave en su teorización. Aflak se inspiró en gran medida en los nacionalismos extremos que surgían en Europa, especialmente el nazismo, con el que se familiarizó durante sus estudios en Francia. Su objetivo principal era contrarrestar la influencia turca promoviendo un mito nacionalista árabe basado en la superioridad racial árabe, influenciado por la ideología racista del nazismo.
Cuando esta ideología se extendió en el Medio Oriente, encontró su camino hacia Marruecos a través de algunos partidos políticos que la adoptaron, creando así una división psicológica y cultural entre los marroquíes, especialmente en el sur. Este discurso llevó a muchos saharauis a sentir que su pertenencia al arabismo les otorgaba una posición superior a su identidad amazigh, lo que hizo que algunos renunciaran a sus raíces y buscaran construir su identidad sobre bases árabes orientales.
La caída del mito nacionalista árabe
En los últimos años, este discurso nacionalista árabe ha ido disminuyendo de manera notable. Las investigaciones genéticas han revelado que los saharauis, al igual que otros marroquíes, poseen genes amazigh que datan de miles de años. Estos hechos científicos han desmoronado el mito de la pureza racial árabe, resaltando la identidad amazigh que ha permanecido profundamente arraigada pese a los intentos de borrarla.
Además, las nuevas generaciones han tomado mayor conciencia de su cultura, y muchos han vuelto a sus raíces amazigh con orgullo. Esta creciente conciencia entre los jóvenes fortalece la unidad nacional y subraya la importancia de preservar la diversidad cultural e histórica de Marruecos, lejos de las ilusiones nacionalistas que intentaron crear divisiones en el pasado.
La identidad amazigh como solución fundamental al problema del Sáhara marroquí
En medio de las tensiones y conflictos en torno a la cuestión del Sáhara marroquí, queda claro que la solución más duradera reside en la restauración de la identidad amazigh, que constituye la base profunda e histórica de los habitantes del Sáhara. La identidad amazigh no es solo un patrimonio cultural, sino también un vínculo histórico y social entre los saharauis y el resto de los marroquíes. Reconocer esta identidad profundamente arraigada devuelve las cosas a su contexto natural y disipa la confusión creada por el nacionalismo árabe, fortaleciendo así la unidad nacional y resolviendo las divisiones sembradas por la propaganda separatista.
No se puede imponer una “República Árabe” en una tierra profundamente amazigh; los saharauis deben estar orgullosos de su verdadera identidad, como parte de la rica y variada historia de Marruecos, que les garantiza un lugar en una sociedad que reconoce los valores de diversidad y pertenencia compartida.
(*) Presidente de la Comisión Amazigh del Partido Autenticidad y Modernidad